Cocer las patatas.
Tamizar la harina, añadir el agua y, tras 1-2 minutos de amasado, dejar reposar durante 1 hora (autolisis: remojar las partículas de harina).
Añadir el fermento de masa madre y seguir amasando.
Mientras tanto, añadir las patatas cocidas y machacadas y, al final, la sal. Dejar reposar durante 45 minutos una vez que haya espesado.
Una vez hecho el primer pliegue, se deja reposar unos 45 minutos en una fuente de horno engrasada.
Después del segundo plegado, reposar también 45 minutos.
Hacer el plegado final y dejar en la encimera durante 1 hora, luego refrigerar durante unas 10-12 horas. (Yo prefiero una subida lenta y refrigerada).
Dejar atemperar en la encimera durante 1-2 horas después de la refrigeración.
Divida la masa en 6 bolas de 175 g, extiéndalas sobre una superficie aceitada y cúbralas con celofán durante 1 hora aproximadamente.
Calentar el aceite. Dar forma a la tortita, estirarla con un rodillo y meterla en el aceite caliente. Freír unos minutos por cada lado y servir.